Las ciudades enfrentan y enfrentarán desafíos que llevarán a la humanidad a escenarios muy difíciles, ya que el agua escaseará de manera intensa y frecuente a partir de 2030. Otro dato que complica más esta situación, es que más del 50$ de los habitantes del planeta habitarán el planeta Tierra, lo que invita a reflexión. ¿De qué manera los recursos hídricos pueden ser garantizados para el abastecimiento de las presentes y futuras generaciones? En este contexto surge el concepto de “Ciudad sensible al agua”, como respuesta al deterioro del ciclo del agua por la urbanización desordenada, que plantea nuevas formas de planeación urbana con alta sensibilidad al funcionamiento del ciclo y al de las infraestructuras hidrosanitarias urbanas. El libro The Water Sensitive City surge en medio de un contexto de escasez creciente donde las ciudades son uno de los principales demandantes de agua.
Este libro aboga por un enfoque más reflexivo para la gestión del agua urbana. El enfoque implica reducir su consumo, recolectar y reciclar agua de lluvia y adoptar sistemas de drenaje sostenibles (SUDS, su sigla en inglés), mediante los cuales el agua superficial no se envía directamente a los desagües, sino es interceptada por características como techos verdes, jardines de lluvia, swales y estanques. Cambie el modelo lineal existente de consumo de agua y utilícelo por uno más circular para sobrevivir. Water Sensitive City reúne las diversas discusiones técnicas especializadas que han continuado durante algún tiempo en un volumen que es más accesible para diseñadores (ingenieros y arquitectos), urbanistas y gerentes, y formuladores de políticas.