Para comentar el contenido de este libro sería necesario comenzar por describir el concepto mencionado en su título: ciudad inteligente. En realidad se manejan comúnmente varios conceptos paralelos o asociados: ciudades verdes o ecológicas, ciudades sustentables y ciudades inteligentes.

Las ciudades sustentables tienen en cuenta cuatro dimensiones o aspectos: el ambiental, el social, el económico y el institucional, y tienden justamente a mejorar estos cuatro grandes aspectos durante su proceso evolutivo hacia la sustentabilidad. Las ciudades verdes o ecológicas normalmente abordan prioritariamente la sustentabilidad ambiental, la eficiencia energética y el uso adecuado de materiales de bajo impacto para el ambiente. Y hay autores que nombran indistintamente estos conceptos como sinónimos o equivalentes. Es decir, la nomenclatura no está muy clara aún; se podría decir que es difusa y muchas veces depende del autor.

Al mencionar el término ciudad inteligente (también llamada smart city), nos podríamos imaginar una comunidad muy tecnificada, completamente interconectada mediante redes informáticas y sensores de monitoreo, donde las tecnologías de la información y la comunicación son vitales para gestionar la vida urbana en aspectos tales como movilidad, infraestructura, educación, cultura, seguridad, economía, ambiente, además de la administración pública y el gobierno. Pero el concepto comprende mucho más que la comunicación y la automatización. Las ciudades inteligentes son además ciudades sustentables, que eficientan energía y recursos, se preocupan por impactar lo menos posible el ambiente, administran eficientemente su economía, y se ocupan permanentemente de aspectos de la sociedad, la cultura y el correcto funcionamiento de sus instituciones.

Las ciudades, donde vive la mayor parte de la población del planeta en la actualidad, necesariamente deben enfrentar estrategias de mitigación de la problemática ambiental (que involucra el cambio climático), buscando soluciones más inteligentes, innovadoras y equitativas para una mejor calidad de vida de sus habitantes.

El cambio climático, que debería ser nuestra absoluta prioridad en este momento, es un problema ambiental que repercute en ámbitos ambientales y ecológicos, energéticos, sociales, políticos, aspectos migratorios, de miseria, y de economía global.

El libro ¿Se puede hacer una ciudad inteligente? se trata justamente de soluciones a estos problemas, que van desde soluciones muy sencillas, cuya aplicación representa relativamente poca complejidad y costos bajos, como las ecotecnologías aplicadas a la arquitectura y el uso de estrategias sustentables para la habitabilidad de espacios exteriores, hasta soluciones mucho más sofisticadas y de mucha planeación, como la gestión de una ciudad interconectada. En los ejemplos presentados se ve cómo se puede incrementar la escala de complejidad en las soluciones, dependiendo de la situación y de los recursos disponibles.

Existe un sinnúmero de publicaciones que presentan diagnósticos sobre nuestra situación ambiental y pronósticos sobre el futuro, efectos del cambio climático, problemática social y económica, que son de público conocimiento y sirven de base para el desarrollo de muchas de las ideas plasmadas en este libro. El que se comenta, es fundamentalmente un libro de soluciones.

En su contenido se abordan en general aspectos de investigación aplicada, y está enfocado en temas muy concretos, muy actuales y que buscan soluciones a problemas inminentes. El libro es sumamente actual, ubicado en tiempo y también en el contexto. Describe mayoritariamente situaciones en México pero también describe temas globales.

El texto consta de 17 capítulos con temas sumamente variados, agrupados en dos partes. Los títulos de estas dos partes nos dan una pista inspiradora sobre su temática.

En la primera parte, “Misión rescate o the Martian”, se presentan soluciones arquitectónicas basadas en componentes constructivos y dispositivos tecnológicos con funciones específicas, como por ejemplo un dispositivo para conservar alimentos -que abona a la sustentabilidad alimentaria de la población-, un sistema automatizado de iluminación, paneles ecológicos, elementos para integrar en cubiertas, para sombreado, muros verdes y sistemas de drenaje. En Latinoamérica la tecnología puede aplicarse y usarse de diferentes maneras, y hay distintas escalas de aplicación de los avances tecnológicos. Todas ayudan a los fines propuestos de tender a la sustentabilidad y hacia ciudades más inteligentes.

En la segunda parte, “Un día lluvioso en Nueva York”, se abordan aspectos ambientales y sociales relacionados con la ciudad. Se presentan temas como el confort en espacios públicos urbanos y el clima en las ciudades, así como la movilidad urbana mediante la bicicleta, accesibilidad, gestión de residuos y la planeación urbana sustentable. Todos son temas por demás actuales y prioritarios para las ciudades del mundo. Además, encontramos una propuesta de fachada ventilada, una reflexión sobre la arquitectura y la personalidad y una descripción sobre el proceso de planeación y evolución de ciudades italianas hacia ciudades inteligentes, lo que puede servir de ejemplo o enseñanza del proceso que nos queda por transitar, si bien cada ciudad es distinta y única.

También es necesario comentar que las soluciones que se presentan responden a problemas que se generan en ciudades con diferentes culturas y climas variados. Además, como se mencionó, el nivel de complejidad tecnológica de las propuestas abarca una amplia gama de recursos requeridos y también de creatividad.

El contenido de los capítulos refleja, sin duda, soluciones inteligentes a problemas preocupantes. Respondiendo a la pregunta que plantea el título de este libro: sí, a lo largo del texto se demuestra que se pueden crear ciudades inteligentes; con conocimiento, tecnología y creatividad, que permitirán resolver satisfactoriamente los impactos que las mismas ciudades causan sobre el ambiente y sobre sus habitantes. En este libro se agrupan propuestas y aplicaciones mejorables y modificables, según evolucione nuestra situación como planeta y como sociedad que habita mayormente zonas urbanas.