Introducción
Los distintos procesos de urbanización muestran una tendencia de crecimiento disperso
en las ciudades, con la formación de células discontinuas, divididas en numerosos
fragmentos, principalmente en las zonas periféricas (Berruete, 2017). De acuerdo con Águila (2014), tales procesos urbanos dejan a su paso la formación de espacios intersticiales,
de fragmentación socioespacial. En adición, se considera que dichos espacios llegan
a desarticular los tejidos y el paisaje urbano, lo cual impacta en las condiciones
de habitabilidad (Forero, 2015; Phelps y Silva, 2018).
Desde un enfoque socioespacial, Lefebvre (1974) reflexionaba respecto de que el espacio genera relaciones, y que las relaciones formales
vinculadas a la unión de los actos se enlazan con las condiciones físicas de las dinámicas
individuales y grupales, en las cuales el espacio es el punto de partida para comprender
las actividades efectuadas.
En lo que respecta a la conceptualización de los intersticios, Villaroel (2011) los refiere como superficies o sitios geográficos que se emplazan al borde de la
ciudad, y que comparten usos de suelo. Dichos espacios fungen como áreas de transición,
abiertas, libres y sin adaptaciones urbanas (Osorio, 2020). Cabe señalar que suelen caracterizarse como espacios escasos de actividad (Gandy, 2016; Berruete, 2017; Eissa et al., 2019). Incluso, García (2017) aborda que los intersticios se reciclan per se en busca de su funcionalidad en la
ciudad. Sin embargo, Kelleher (2022) los refiere como espacios sobrantes, a los cuales se vincula con interacciones fugaces
y casuales, que evidencian una discontinuidad del espacio social, utilizados para
el desplazamiento hacia distintos destinos.
Por su parte, Espósito y Senna (2020), en su estudio, evidencian que se da la apropiación en ellos, aunque sea de forma
efímera. Además de ser espacios usados con fines de transición, se caracterizan por
ser mediadores entre lo antiguo y lo nuevo, entre los distintos fragmentos urbanos
y el paisaje natural (García, 2017; Salazar, 2021). A pesar de presentar condiciones de degradación y deterioro, Mora (2019) expresa que brindarles la atención requerida podría potenciar su uso y las relaciones
sociales en dichos intersticios.
En lo que concierne al espacio, Lefebvre (1974) lo abordó, desde un enfoque matemático, como infinito, sin contornos definidos, sin
formas, direcciones, ni orientaciones, con materia en él, hecho que evidencia su existencia.
En cuanto a posturas más recientes, los autores han estudiado los espacios desde un
enfoque urbano. En este orden de ideas, Azevedo (2010) afirma que el espacio se constituye
por todos los espacios urbanos, con construcciones o sin ellas; para definirlos, se
basa en el nivel de obsolescencia que tienen en la ciudad, en la condición de deterioro
que presentan. Cabe señalar que la arquitectura organiza los espacios, al darles forma,
contorno y límites mediante el diseño; además, crea capas espaciales que los caracterizan
y diferencian, hecho que puede recaer en una barrera fragmentaria en la ciudad.
Con referencia al concepto de relaciones sociales, estas se refieren a las interrelaciones
humanas manifestadas en determinados tiempo y espacio, constituidas por componentes
objetivos y subjetivos, en los que aparecen los procesos y las características de
interacción social, elementos de distancia y niveles de integración. Según lo anterior,
las relaciones sociales se delimitan por el nivel de integración que tiene el ser
humano con las dinámicas sociales (Donati, 1986, citado por Gómez, 2000).
El entorno más inmediato a los habitantes, como el barrio y los fraccionamientos,
funge como clave para establecer interacciones, lazos y dinámicas sociales (Wickes et al., 2019). La importancia de la efectuación de relaciones sociales se considera clave para
fortalecer la integración (Browning et al., 2017; Hipp y Perrin, 2006), hecho que aporta a la salud mental y el bienestar de los seres humanos (Barton y Pretty, 2010; Wickes et al., 2019).
Para fines del presente estudio, es relevante buscar que los intersticios puedan percibirse
como lugares, a través de la adquisición de las cualidades de espacio público; para
ello se requiere abordar el término hacer lugar, que surge de la importancia de considerar
en el diseño urbano aspectos socioeconómicos, culturales, políticos y espaciales;
asimismo, la relevancia de las acciones y percepciones de los habitantes con respecto
a los lugares públicos urbanos (Carmona et al., 2003). Al respecto, autores como Alzahrani et al. (2017) se han interesado en dicho concepto para mejorar las relaciones socioespaciales,
al incrementar el sentido de lugar.
En adición, el propiciar dicho sentido en los intersticios urbanos es prioritario
para la funcionalidad de estos; en este sentido, el territorio es un recurso importante
para la vida, al ser utilizado por el ser humano para el desempeño de las actividades
cotidianas: a través de las funciones y formas se caracterizan los asentamientos urbanos.
Cuando las personas sienten que los espacios urbanos no cumplen con su función, se
tienen implicaciones serias para la calidad de vida, lo cual afecta a componentes
primordiales de las necesidades humanas básicas (Páramo et al., 2018).
De acuerdo con Leal (2010), la función de los espacios urbanos se consolida mediante las actividades económicas
rentables de los habitantes y la satisfacción de sus requerimientos, lo cual conlleva
la aparición de áreas comerciales, residenciales, administrativas, turísticas, industriales,
entre otras, en las ciudades. Cabe señalar que, para medir la funcionalidad e interpretar
la estructura de las densidades residenciales, se comparan indicadores de distancia
y tiempo de desplazamiento (Cerda y Marmolejo, 2010; Tudela, 2017). Asimismo, existe una interrelación entre la funcionalidad urbana y la infraestructura
existente, donde el movimiento expresa las conexiones funcionales entre el ordenamiento
espacial y las dinámicas sociales (Lane et al., 2019).
En distintas investigaciones se caracteriza los espacios intersticiales con la finalidad
de que puedan adquirir las cualidades de los espacios públicos para aumentar su uso
(Fernández-Gómez, 2019; Peimbert, 2008; Dubeaux y Cunningham, 2018; Forero, 2015), debido a que las características de estos últimos, de interés, acceso y pertenencia,
evidencian el potencial que poseen para generar contextos de integración socioespacial,
a través de su uso y conexión con la ciudad (Quiroz-Jiménez, 2017).
Por otro lado, para el presente estudio se considera clave la interpretación de la
conectividad, la cual se refiere a la existencia de enlaces de movilidad en la ciudad,
de infraestructura y servicios (Lane et al., 2019). De forma similar la conciben Rozas y Figueroa (2006), quienes expresan que se conforma por una red de relaciones con otros espacios, lugares,
regiones y escalas, y se manifiesta mediante las interrelaciones entre objetos y usos
y la configuración de redes de tránsito. Estos autores añaden que la caracterización
de dichas redes se sujeta a las condiciones físicas de la región.
Desde su enfoque estructural, Bennett (1999) caracteriza la conectividad como la sistematización espacial de diferentes tipos
de hábitat, la que se encuentra estrechamente relacionada con el nivel de relación
físico entre los fragmentos que constituyen un paisaje, hecho evidenciado mediante
la cantidad de enlaces funcionales entre los fragmentos urbanos, y vinculado con la
distancia existente entre estos. Por su parte, Forman y Godron (1981) la vinculan con la permeabilidad de los elementos que la conforman.
Los sectores más críticos para la conectividad llegan a ser dos: los primeros se refieren
a los parches habituales con nivel alto de conectividad, que tienden a ser asentados
con regularidad por su cercanía a otros parches de hábitat (Saura y Pascual-Hortal, 2007), y los segundos a áreas de transición, los cuales evidencian menor cantidad de asentamientos;
sin embargo, se consideran clave para conectar el primer sector con el paisaje, debido
a que de otra manera estarían aislados (Saura et al., 2014).
La aportación del estudio radica en explicar las relaciones socioespaciales manifestadas
y las requeridas en los espacios intersticiales analizados, así como, también, las
dinámicas que propician su uso. Por su parte, se diferencia de otros estudios en sus
hallazgos, al obtener que sí se les da un uso a los espacios intersticiales, lo cual
se manifiesta de forma efímera o prolongada, donde el tipo y la duración de uso se
vinculan con la conectividad existente y la seguridad percibida.
En cuanto a la aplicabilidad del estudio, este brinda pautas que pueden ser de utilidad
para otras investigaciones, respecto de aquellos aspectos que fomentan la permanencia
en intersticios. La motivación que dirigió al desarrollo del estudio se refiere principalmente
a la escasa literatura existente en el ámbito local de estos espacios, a pesar de
las afectaciones que se evidencian. Ello se dirige a plantear por objetivo de investigación
analizar el tipo de relaciones socioespaciales requeridas en el intersticio entre
el fraccionamiento y la ciudad.
Estrategia metodológica
El presente estudio tuvo un enfoque metodológico mixto. Los instrumentos de medición
para la parte cuantitativa fueron un cuestionario de percepción aplicado a habitantes
del fraccionamiento Los Encinos, conformado por reactivos contextuales, de opción
múltiple, escala de Likert y abiertos, para analizar el tipo de relaciones socioespaciales
requeridas en el intersticio entre el fraccionamiento y la ciudad, mientras que para
la parte cualitativa se utilizó la técnica de observación para la recopilación de
la información a través de una ficha de campo. La Figura 1 muestra el proceso metodológico de la investigación.
Figura 1
Proceso metodológico de la investigación
Fuente: Autor, 2023.
Con referencia en la muestra de estudio, se empleó un nivel de confianza de 95%, un
margen de error estadístico del 10%, para una población total de 4,300 viviendas del
fraccionamiento Los Encinos. A través de dicho proceso estadístico se obtuvo el tamaño
de la muestra, la cual se refirió a un total de 95 habitantes mayores de dieciocho
años, seleccionados de forma aleatoria.
A partir de la revisión sistemática de la literatura especializada se estableció por
variable independiente las relaciones socioespaciales, y como variables dependientes
la funcionalidad y conectividad. Cabe señalar que para fines de este estudio se ponderaron
las siguientes variables, dimensiones e indicadores (Figura 2).
Figura 2
Variables, dimensiones e indicadores del estudio
Fuente: Autor, 2023.
En cuanto al análisis de la información, se analizaron: a) descriptivos básicos, como
media, moda y desviación estándar; se realizaron b) comparativos en los cuales se
confrontaron los datos obtenidos de las variables, las dimensiones y los indicadores
del estudio, y se desarrollaron c) correlaciones entre estos. Se utilizó como herramienta
de análisis al Software SPSS. Cabe indicar que se seleccionó el método estadístico
de correlación de Spearman, al analizar relaciones no paramétricas y de escala de
Likert. Finalmente, se desarrollaron los resultados, la discusión y las conclusiones.
Con respecto a la selección del área de estudio, esta se refirió a los espacios intersticiales
colindantes con el fraccionamiento Los Encinos, ubicado al norte y al borde de la
ciudad de Ensenada, Baja California, México (Figura 3).
Figura 3
Localización de unidad de análisis: Fraccionamiento Los Encinos, Ensenada, México
Fuente: Autor, 2023.
Los criterios para la selección de la unidad de análisis fueron referentes a: 1) su
localización fuera de la mancha urbana al momento de su construcción, ya que autores
como Phelps y Silva (2018) vinculan al crecimiento urbano manifestado principalmente al borde de las ciudades
con la formación de intersticios; 2) el tipo de vivienda, de interés social, debido
a que la morfología urbana se delimita por el aumento de la mancha urbana y la construcción
de fraccionamientos de vivienda social en las periferias (Márquez, 2004; Sabatini
y Salcedo, 2007), 3) su representatividad en la región, ya que se ubica contiguo a
los hitos: cañón de Doña Petra y parque ecológico, y cercano a la presa Emilio López
Zamora.
Por su parte la Figura 4 muestra los caminos y accesos existentes en el sitio; este último cuenta con dos
vialidades que conectan directamente con la ciudad y fungen como ejes organizadores:
la prolongación de avenida Ruiz (eje transversal) y avenida De Fresno (eje longitudinal),
que se indican en color naranja, mientras que en azul se señalan las vialidades secundarias
dentro del fraccionamiento; en morado se marcan las banquetas. Cabe señalar que existe
continuidad en ellas; sin embargo, se cuenta con ciertas calles discontinuas que generan
división por cotos; por otro lado, en color café se señalan los caminos de terracería,
los cuales no están adaptados para el tránsito peatonal; por último, en color verde
se indican las ciclovías, que llegan a usarse para caminar, hecho que ha ocasionado
accidentes.
Figura 4
Caminos y accesos del fraccionamiento
Fuente: Autor, 2022.
En cuanto a la configuración de las calles, no muestra una disposición reticular;
en este sentido, manzanas, calles y caminos se ajustan predominantemente a la posición
de las vialidades mencionadas, así como también a la topografía del sitio, ya que
se presentan pendientes del 5% a más del 15%.
En lo que respecta a la morfología del sitio, el fraccionamiento posee una proporción
mayormente vertical, se delimita de acuerdo con la orientación que posee en su interior
en las siguientes cuatro zonas: cuadrante A al noroeste (C-A), cuadrante B (C-B) al
noreste, cuadrante C (C-C) al sureste y cuadrante D (C-D) al suroeste, en cada una
de estas presenta características físicas, funcionales y de conectividad distintas
(Figura 5).
Figura 5
Polígono de la zona de estudio con límites y colindancias
Fuente: Archivo fotográfico del autor, 2023.
Resultados
En la presente investigación se analizaron las siguientes variables: relaciones socioespaciales,
funcionalidad y conectividad, así como sus dimensiones e indicadores, a partir de
tres tipos de análisis: 1) descriptivos básicos (media, moda y desviación estándar),
2) comparativos, y 3) correlaciones.
ANÁLISIS DESCRIPTIVO
En lo que concierne al análisis de descriptivos básicos, la Tabla 1 muestra los resultados de la: media, moda y desviación estándar (d.e.), de los reactivos
del cuestionario de percepción aplicado a habitantes. En cuanto al análisis de las
relaciones socioespaciales y al lugar que consideran más importante, el promedio de
respuesta fue el parque ecológico, con d.e. de 1.37.
Tabla 1
Descriptivos básicos de las variables: relaciones socioespaciales, funcionalidad y
conectividad
Reactivo
|
Opciones de respuesta
|
Media
|
Moda f (x)
|
Desviación estándar
|
Variable independiente: Relaciones
socioespaciales
|
Identidad
|
Existencia de lugares de importancia*
|
Parque ecológico Área de conservación del cañón de Doña Petra Baldíos Presa Otros
|
Parque ecológico 1.19
|
2. Área de conservación del cañón de Doña Petra 60 (40.82%)
|
1.37
|
Cambio de residencia*
|
Sí No Tal vez
|
No 1.97
|
2. No 64 (67.37%)
|
0.57
|
Nivel de satisfacción con vivir en el fraccionamiento**
|
Mucha 2.62
|
Mucha 3
|
0.77
|
Nivel de agrado del intersticio**
|
Regular 2.21
|
Regular 2 |
0.92 |
Variable dependiente: Funcionalidad
|
Carácter funcional
|
Zona más urgente de mejorar*
|
Parque ecológico Área de conservación del cañón de Doña Petra Baldíos Presa
|
Baldíos 2.84
|
4. Presa 39 (41.05%)
|
1.15
|
Potencial de uso*
|
De relajación De recreación De convivencia Deportivas Otras Ninguna
|
De recreación 1.54
|
4. Deportivas 51 (38.93%)
|
1.55
|
Frecuencia de uso del intersticio**
|
Ocasionalmente 2.12
|
Ocasionalmente 2
|
1.16
|
Seguridad
|
Casa**
|
Mucha 2.84
|
Mucha 3
|
0.78
|
Intersticio**
|
Regular 1.63
|
Regular 2 |
1.07 |
Reactivo
|
Opciones de respuesta
|
Media
|
Moda f (x)
|
Desviación estándar
|
Interacción social |
Nivel de agrado de interacción social**
|
Regular 2.14
|
Regular 2
|
0.93
|
Variable dependiente: Conectividad
|
Equipamiento
|
Nivel de satisfacción con la cercanía a los lugares que frecuenta**
|
Mucha 2.59
|
Mucha 3 |
0.78 |
Permeabilidad
|
Nivel de permeabilidad visual desde su casa hacia el intersticio**
|
Poca 1.45
|
Poca 1
|
1.17
|
Por otro lado, al preguntar si se cambiarían o no de lugar de residencia, la respuesta
promedio fue que no se cambiarían, con d.e. de 0.57; además, se analizó el nivel de
agrado del intersticio, el cual resultó regular, con d.e. de 0.92; con referencia
al nivel de satisfacción con vivir en el fraccionamiento, se presentó mucho agrado,
con d.e. de 0.77.
Con relación a la funcionalidad se analizaron las siguientes dimensiones: 1) el carácter
funcional, 2) la seguridad, y 3) la interacción social. Respecto del carácter funcional,
la zona considerada más urgente de mejorar fueron los baldíos, con d. e. de 1.15,
mientras que las actividades que se considera que podrían realizarse si los intersticios
se mejoraran corresponden a actividades recreativas, con d.e. de 1.55; y el promedio
de la frecuencia de uso fue predominantemente ocasional, con d.e. de 1.16.
Asimismo, se analizó la percepción de seguridad hacia la casa y el intersticio, y
se evidenció esta como el espacio más seguro del sitio, con una d.e. de 0.78. Por
su parte, el intersticio mostró una respuesta promedio de seguridad regular, con d.e.
de 1.07. Por otro lado, se mostró que el nivel de agrado que tienen los habitantes
por interactuar con otras personas del fraccionamiento es regular, con d. e. de 0.93.
En cuanto al nivel de satisfacción con la cercanía del fraccionamiento al equipamiento
urbano que frecuentan los habitantes, se halló mucha satisfacción con ello, con d.
e. de 0.78. Por último, al preguntar por la posibilidad que tienen de ver desde su
casa lo que acontece fuera del fraccionamiento, quedó en evidencia la poca permeabilidad
visual, con d.e. de 1.17.
ANÁLISIS COMPARATIVO
En cuanto a la variable de funcionalidad, el uso de los espacios intersticiales es
predominantemente ocasional (39%) (Figura 6). Cabe señalar que dicho uso del intersticio se da en los hitos cañón de Doña Petra
y parque ecológico, ubicados al poniente del fraccionamiento, en los cuales se desempeñan
actividades deportivas y recreativas. En contraste, en los intersticios del oriente
se halló un uso efímero.
Figura 6
Frecuencia de uso y nivel de seguridad en los alrededores del fraccionamiento
Fuente: Autor, 2022. Nota. La escala de Likert del indicador nivel de seguridad en
el intersticio consideraba: nada = 0 a totalmente = 4, mientras que el indicador frecuencia
de uso del intersticio era: nunca = 0 a todos los días = 4.
Además, la Figura 6 muestra un comparativo con el nivel de seguridad en los espacios intersticiales,
del cual resultó que la seguridad se percibe predominantemente regular (33%), con
tendencia negativa. Cabe señalar que la sumatoria de nada a poco resultó de 43%, mientras
que de mucho a totalmente de 24%. La contradicción encontrada entre el uso frecuente
de dichos espacios y la tendencia a la inseguridad existente denota que los habitantes
ejecutan sus actividades de preferencia, a pesar ser conscientes de que se presentan
actos delictivos en los espacios urbanos.
Sin embargo, el hecho de que se usen los intersticios es un acontecer que se debe
a los requerimientos humanos existentes, de desempeñar actividades deportivas y recreativas,
no por el hecho de que las condiciones físicas y de seguridad sean óptimas. En este
sentido, se destaca la opinión del encuestado número 40, al preguntarle si se cambiaría
o no de lugar de residencia, quien expresó que sí, por uno de los problemas que afectan
al sitio de estudio, referido a las descargas de drenaje que se tienen hacia el cañón
de Doña Petra, al expresar lo siguiente: “porque a largo plazo no vamos a aguantar
el aroma”. Asimismo, el encuestado número 52, al preguntarle el motivo por el cual
considera urgente mejorar los espacios intersticiales, respondió lo siguiente: “porque
están contaminando con aguas negras, sale vapor y huele mal”.
Por otro lado, a partir de las visitas de campo, se halló que las actividades efectuadas
en los espacios intersticiales fueron referentes a: 16 usuarios realizando actividades
deportivas, 41 de senderismo, y 26 que entran en otro tipo de actividades, como son:
seis en la espera de transporte público, cuatro tomando alcohol, uno fumando, uno
escondido detrás de árboles consumiendo droga, diez al transitar en vehículo, y cuatro
en motocicleta.
Además, se evidenció el uso inadecuado que se les da a ciertas áreas de los intersticios
norte y oriente del cuadrante B (C-B), las cuales fungen como vertederos de basura
(Figura 7), por lo que el encuestado número 1 manifestó que los espacios más urgentes de mejorar
son los baldíos, porque: “los usan como basureros”. Como parte del análisis del sitio
se halló que únicamente en el parque ecológico en el C-A existen cuatro luminarias
y poco mobiliario, mientras que el resto de los cuadrantes no cuenta con dicha infraestructura
urbana.
Figura 7
Vista aérea del intersticio oriente utilizado como vertedero de basura
Fuente: Archivo fotográfico del autor, 2022.
En lo que concierne a la variable de conectividad, específicamente a la cercanía del
fraccionamiento a los lugares que frecuentan los habitantes, estos últimos manifestaron
mucha satisfacción con la conectividad (58%), y con tendencia negativa (24%). El encuestado
Número 39 comentó lo siguiente: “siento que está cerca del centro, aparte todo hay
aquí”. Por su parte, el encuestado número 93 señaló que: “tiene todo cerca: mercado,
policía, escuelas, todo”, el número 57 manifestó agrado, ya que: “es uno de los fraccionamientos
más seguros y por su cercanía a todo”.
Por otro lado, al preguntar a los habitantes sobre su satisfacción con vivir en el
fraccionamiento, se obtuvo mucho agrado (58%), asociado con la cercanía al equipamiento
(Figura 8). Cabe indicar que el equipamiento cercano se refiere a: un supermercado, kínder,
primaria, secundaria y preparatoria, Asimismo, los cuadrantes conectados a áreas arboladas
fueron los C-A y C-D, mientras que en los C-B y C-C se halló únicamente el crecimiento
de maleza.
Figura 8
Nivel de satisfacción con la cercanía del fraccionamiento a los lugares que frecuenta
y de vivir en el sitio
Fuente: Autor, 2022.
En este tenor, dentro del fraccionamiento se lo- caliza una secundaria en una de las
vialidades principales: prolongación de avenida Ruiz; por otro lado, a las afueras
del fraccionamiento, al poniente, se emplaza una preparatoria, mientras que en el
aledaño se encuentran un kínder y una primaria. En cuanto a la cercanía de equipamiento
comercial, durante el periodo de investigación se construyó un supermercado en lo
que anteriormente era un vacío urbano ubicado en dicha vialidad principal, hecho que
impactó de forma positiva en la percepción de los habitantes. En lo que respecta a
la conexión con áreas verdes, los cuadrantes conectados a áreas arboladas fueron los
C-A y C-D, mientras que en los C-B y C-C se halló únicamente crecimiento de maleza.
En cuanto a la permeabilidad visual de la vivienda hacia el intersticio, los habitantes
comentaron que es escasa (34%), con tendencia negativa (24%). En este sentido, la
falta de permeabilidad expresada por más de la mitad de los encuestados impacta en
el nivel de seguridad percibido en dicho espacio, lo cual, además, limita el uso que
pudieran darle, si las condiciones de seguridad en dichos espacios y sus condiciones
socioespaciales mejoraran (Figura 9).
Figura 9
Permeabilidad visual de lo que ocurre afuera del fraccionamiento y nivel de seguridad
afuera del intersticio
Fuente: Autor, 2022.
ANÁLISIS CORRELACIONAL
En cuanto al análisis correlacional, la Tabla 2 se refiere a una matriz de correlaciones por coeficiente de Spearmatn (c. S.), producto
de los reactivos de escala de Likert del cuestionario de percepción. En dicha tabla
se encuentra que los valores más altos de correlación corresponden a una correlación
positiva débil en la variable dependiente funcionalidad, específicamente en los niveles
de seguridad en: a) parques y calles (c. S. = 0.56), b) el intersticio y calles (c.
S. = 0.53), y, c) calles y afuera del fraccionamiento (c. S. = 0.53).
Tabla 2
Matriz de correlaciones por coeficiente de Spearman
|
|
I1 |
S1 |
C1 |
C2 |
S2 |
IS2 |
I2 |
F2 |
|
I1 |
|
S1 |
0.38 |
|
C1 |
0.33 |
0.32 |
|
C2 |
0.24 |
0.22 |
0.21 |
|
S2 |
0.22
|
0.32
|
0.04
|
0.09
|
|
IS2 |
0.15 |
0.05 |
0.10 |
-0.03 |
-0.15 |
|
I2 |
0.42 |
0.37 |
0.30 |
0.13 |
0.16 |
0.25 |
|
F2 |
0.36 |
0.28 |
0.26 |
0.18 |
0.14 |
0.04 |
0.16 |
|
Clave |
Variable |
Dimensión |
Indicador |
|
Gradiente de valores |
I1 |
Relaciones socioespaciales |
Identidad |
Nivel de agrado del intersticio |
abril silva
|
0.50 a 0.59
|
S1
|
Funcionalidad
|
Seguridad
|
Nivel de seguridad en el intersticio (en cuanto a robos, agresiones, entre otros)
|
|
0.40 a 0.49
|
C1
|
Conectividad
|
Equipamiento
|
Nivel de satisfacción con la cercanía a lugares que frecuenta
|
|
0.30 a 0.39
|
C2
|
Permeabilidad visual
|
Nivel de permeabilidad visual desde su casa hacia el intersticio
|
|
0.20 a 0.29
|
S2
|
Funcionalidad
|
Seguridad
|
Nivel de seguridad percibido en casa
|
|
0.10 a 0.19
|
IS2
|
Interacción social
|
Nivel de agrado de interacción social con otras personas del fraccionamiento
|
|
0.0 a 0.09
|
I2
|
Relaciones socioespaciales
|
Identidad
|
Nivel de satisfacción con vivir en el fraccionamiento
|
|
-0.01 a -0.20
|
F2
|
Funcionalidad
|
Carácter funcional
|
Frecuencia de uso del intersticio
|
|
|
En lo que respecta a las variables dependientes, los valores de correlación más altos
hacen referencia a una correlación positiva débil entre los siguientes indicadores:
a) nivel de agrado del intersticio y frecuencia de uso del intersticio, con una correlación
positiva débil (c. S. = 0.36); y b) niveles de agrado del intersticio y de cercanía
a los lugares que frecuenta, con una correlación positiva débil (c. S. = 0.33).
Cabe señalar que al poniente del fraccionamiento se ubica una preparatoria y el parque
ecológico cañón de Doña Petra, conectado por una de las vialidades principales del
fraccionamiento, la prolongación de avenida Ruiz, la cual conecta el sitio con la
ciudad a través del transporte urbano y el privado. En este sentido, además de existir
agrado hacia el intersticio, se manifestó hacia el fraccionamiento, debido a su cercanía
a los lugares que frecuentan, como escuelas, parques, comercio, entre otros. Además,
expresaron que otro motivo de agrado hacia el sitio es la rápida accesibilidad que
se tiene a través de la vialidad mencionada.
En lo que respecta al C-A, este se caracterizó por la falta de permeabilidad visual
entre el fraccionamiento y el mismo, hecho que genera una percepción de inseguridad
en el sitio. Además, se evidenció la discontinuidad espacial entre dichos espacios
debido a la presencia de pendientes pronunciadas. A pesar de las afectaciones mencionadas,
este cuadrante fue el que manifestó mayor interacción social, y el único en el cual
se presenciaron permanencias duraderas. Por su parte, el C-B se caracterizó por la
falta de luminarias, hecho que recae en inseguridad; asimismo, se encuentran barreras
físicas y simbólicas que separan al mismo del fraccionamiento, dichas condiciones
físicas propiciaron usos efímeros e interacciones sociales al transitar por este (Figura 10).
Figura 10
Cuadrantes del sitio de estudio
Fuente: Autor, 2022. Nota. Caracterización a partir del llenado de ficha de campo
(febrero de 2023, 8/9 y 14/15 horas).
De forma similar al C-B, el C-C carece de luminarias, aspecto que propicia percepción
de inseguridad en él; además, se caracterizó por la discontinuidad espacial existente
entre el fraccionamiento y este, por la poca interacción social, el escaso uso, el
cual se manifestó efímero, por motivos de transición. La diferencia entre el C-B y
el C-D radica en la seguridad percibida, ya que este último cuenta con permeabilidad
visual, motivo por el cual se llega a percibir seguridad durante el día; sin embargo,
por la inexistencia de luminarias, dicha percepción es contrastante durante la noche
Discusión
El presente apartado confronta los resultados obtenidos con las posturas teóricas
de los autores líderes en materia de intersticios, según relaciones socioespaciales,
funcionalidad y conectividad. La reflexión se inicia con el espacio, el cual, de acuerdo
con Lefebvre (1974), es el punto de partida para comprender las dinámicas y relaciones efectuadas.
Para la presente investigación fue importante analizar el tipo de relaciones socioespaciales
requeridas en el intersticio entre el fraccionamiento y la ciudad; sobre la base de
tal planteamiento se considera que dichos requerimientos se vinculan a la funcionalidad
y la conectividad. En este tenor, diversas investigaciones asocian los intersticios
con espacios de escasa actividad (Gandy, 2016; Berruete, 2017; Eissa et al., 2019). Sin embargo, los hallazgos del presente estudio mostraron que se dan en ellos usos
diversos, que se sujetan a las condiciones físicas y de conectividad existentes.
En este sentido, Kelleher (2022) relaciona los espacios intersticiales con interacciones efímeras y casuales y discontinuidad
del espacio social, y refiere que son utilizados para actividades de movimiento. De
acuerdo con Lane et al. (2019), el movimiento expresa las conexiones funcionales entre el ordenamiento espacial
y las dinámicas sociales. En lo que concierne a los cuadrantes del intersticio analizados,
se hallaron predominantemente usos efímeros, y únicamente duraderos en el parque ecológico,
lo cual responde a que este último posee mayor infraestructura y mejor apariencia
visual, lo que propicia que sea el de mayor uso, en comparación con el resto de los
cuadrantes, que, en contraste, carecen de infraestructura y muestran condiciones de
descuido.
Con lo anterior se coincide con la postura de Alzahrani et al. (2017) respecto de que la calidad y la apariencia visual del espacio público impactan en
su uso, al igual que con Páramo et al. (2018), quien reflexiona respecto de la relevancia de la percepción de la función del equipamiento
urbano, la infraestructura y los servicios para la interacción, la integración social
y la seguridad, aspectos relacionados con la calidad de vida urbana.
De acuerdo con Albero (2021), es necesario analizar los intersticios para concientizar a la sociedad y a las autoridades
de su potencial y abrir el diálogo respecto de la función que tienen en la construcción
del paisaje y en las dinámicas sociales en la ciudad. En este sentido, las prácticas
sociales continuas en los espacios devienen lugares, a través de los significados
otorgados a estos (Lombard, 2014). De lo anterior deriva la importancia de incrementar las dinámicas y el uso en los
intersticios urbanos, para lo cual es clave la manifestación del sentido de lugar
en los intersticios urbanos.
Por su parte, los espacio públicos llegan a reflejar en ellos el sentido de lugar,
y se busca que los intersticios puedan adquirir las cualidades de dichos espacios
para aumentar su uso (Fernández-Gómez, 2019; Peimbert, 2008; Dubeaux y Cunningham, 2018; Forero, 2015), además de generar contextos de apropiación espacial e integración socioespacial
al conectar con la ciudad (Quiroz-Jiménez, 2017).
De acuerdo con Tamayo y Wildner (2004), la permanencia se relaciona con la funcionalidad de los espacios, al ser apropiados,
hecho manifestado en rutinas que generan significados compartidos con otros. Sobre
la base del planteamiento anterior, en este estudio se evidenció una correlación positiva
débil entre nivel de agrado y frecuencia de uso del intersticio, debido a que los
habitantes manifestaron de este último indicador un nivel de moderado a alto. Se halló
que, además del parque ecológico, otro de los cuadrantes más usados presentó actividades
de senderismo, desplazamiento en vehículo y motocicleta; sin embargo, no mostró usos
duraderos en el sitio.
En este sentido, los hallazgos del estudio coincidieron con la postura de Kelleher (2022) respecto de que suelen efectuarse en ellos interacciones fugaces y casuales, que
evidencian discontinuidad del espacio social, utilizados para fines de transición.
En este sentido, De Lima (2014) asocia que las apropiaciones efímeras efectuadas en los intersticios responden a
los deseos y requerimientos de los habitantes, reflejados a través de la transformación
de los espacios urbanos y de su uso. Según la postura de Saura et al. (2014), uno de los sectores más críticos para la conectividad son las áreas de transición,
que llegan a evidenciar menor cantidad de asentamientos; sin embargo, manifiestan
que cobran relevancia para conectar la ciudad con el paisaje.
En lo concerniente a los motivos de agrado del intersticio, se relacionan estos con
las actividades deportivas y recreativas que se efectúan en el sitio, como senderismo
y vóleibol. En contraste, la mitad de los cuadrantes analizados mostró un uso efímero,
vinculado a las condiciones socioespaciales del entorno, como su estado de contaminación,
por fungir como vertederos de basura, por la presencia de maleza, y la falta de equipamiento,
de infraestructura y de servicios de alumbrado público.
El hecho anterior trae consigo afectaciones en cuanto a la seguridad del espacio,
al evidenciarse una percepción predominante de inseguridad por parte de los habitantes
hacia todos aquellos espacios urbanos que no sean sus viviendas. Además, se reflexiona
respecto de que la seguridad del espacio queda supeditada a las actividades que se
ejecutan en él, ya que, a pesar de que el parque ecológico cumple fines recreativos
y deportivos, en las visitas de campo se halló la inseguridad en él, por la presencia
de usuarios que ingieren alcohol, en el acceso y dentro; además, otro usuario escondido
detrás de árboles consumiendo droga, aproximadamente a 300 metros de dicho acceso.
Por otro lado, los espacios funcionales, al ser transitados y vividos, posibilitan
la interacción y la integración social, y se vuelven fundamentales en las dinámicas
del fraccionamiento y la ciudad (Hernández, 2012). De acuerdo con Wickes et al. (2019), los fraccionamientos, al ser el entorno más inmediato a los habitantes, son clave
para establecer dinámicas sociales (Wickes et al., 2019), hecho que se apreció con la correlación positiva débil entre el nivel de uso de
los espacios intersticiales y la frecuencia con que habla o convive con otras personas
del fraccionamiento. De forma que, en los cuadrantes usados de transición, los usuarios
interactuaron al ir acompañados; sin embargo, por el tipo de uso, quedó condicionada
la interacción social dada en ellos, ya que se presentaron interacciones apresuradas
y efímeras en tales espacios.
En contraparte, las interacciones sociales más duraderas se dieron por la espera del
transporte público, en el acceso al exterior del parque ecológico y, en el interior,
por motivos deportivos, como juegos de voleibol. En este tenor, la interacción social
podría incrementarse a través de un cuidadoso ordenamiento de los espacios (Wei y Huang, 2020). La idea anterior debe ser considerada al momento de plantear alternativas dirigidas
hacia los intersticios, para fortalecer los usos y la interacción social en ellos,
con vistas a mejorar las condiciones habitables de las ciudades.
Con referencia en la permeabilidad física del fraccionamiento hacia el intersticio,
si bien existen accesos a él, también se presenta en mayor medida una discontinuidad
espacial por las pendientes pronunciadas del sitio; además, por la presencia de muros
y cercos que separan las viviendas de este, así como por la maleza que caracteriza
ciertas áreas del poniente y sur, lo cual imposibilita el acceso y el uso de estas
áreas. Los resultados coindicen con la idea de López y Faginas (2019) respecto de que la cohesión espacial se dirige hacia una integración socioespacial
y la mejora de la calidad de vida de los habitantes. De esto deriva la importancia
de mejorar las condiciones físicas de los espacios urbanos para potenciar su función.
En lo que respecta a alternativas para fomentar el uso en dichos espacios, Dubeaux y Cunningham (2018) señalan que los usos temporales podrían ser clave para ello en las ciudades; sin
embargo, implica investigar el valor y las normativas de propiedad para el acceso
al suelo. Por su parte, se está de acuerdo con Mora (2019) en que brindarles la atención requerida podría potenciar su uso y las relaciones
sociales en ellos.
Conclusiones
El presente estudio analizó el tipo de relaciones socioespaciales requeridas en el
intersticio entre el fraccionamiento y la ciudad. Se reflexiona que, para tal fin,
es necesario mejorar la funcionalidad y la conectividad en dicho espacio.
La motivación que dirigió el desarrollo de esta investigación es principalmente la
escasa literatura existente en el ámbito local respecto de estos espacios, a pesar
de las afectaciones que se evidencian. La importancia de la investigación radica en
el análisis de su funcionalidad, ya que, según Páramo et al. (2018), al no cumplir con una función definida, se tienen implicaciones serias para la calidad
de vida y se afecta a componentes primordiales de las necesidades humanas básicas;
asimismo, en la relevancia del análisis de su conectividad con la ciudad.
El aporte del estudio se centró en evidenciar que dichos espacios, comúnmente caracterizados
en diversos estudios con un escaso o nulo uso, sí presentan apropiaciones, efímeras
o duraderas, aspectos relacionados con las condiciones de conectividad y seguridad
percibidas en el espacio intersticial.
En cuanto a las similitudes encontradas en los intersticios en los distintos cuadrantes,
se encontró que contienen áreas abiertas, libres, de carácter marginal, arboladas
o con maleza, sin intervención, ya que no cuentan con construcciones en ellos o, si
llegan a existir, no se consideran parte del intersticio, sino inmediatas a él.
En contraste, los resultados evidenciaron diferencias en cuanto a la funcionalidad
en los cuadrantes del espacio intersticial, las cuales se dieron sobre la base de
la permeabilidad física y visual, así como por la cercanía a la infraestructura y
el equipamiento urbano. De forma que todos los cuadrantes, con excepción del acceso
al parque ecológico, se caracterizaron por tener caminos de terracería y no contar
con iluminación y mobiliario urbano. Asimismo, los tres cuadrantes caracterizados
por no poseer las condiciones físicas requeridas por los habitantes fungen como espacios
mediadores y de transición, hecho que no permite que se manifieste el uso permanente
en ellos, mientras que el único espacio en el cual se evidenciaron usos duraderos
fue el parque ecológico, al contar con cualidades de espacio público exclusivamente
en el área de acceso.
En este sentido, el parque ecológico se percibe como un espacio representativo debido
a su naturaleza existente y su uso recreativo, al ser un espacio conectado con una
de las vialidades principales del sitio y contar con rutas de transporte urbano, vegetación,
algunas luminarias y cierto mobiliario. Debido a lo anterior, se evidenció mayor apropiación
e interacción social en él.
Los hallazgos en cuanto a conectividad mostraron que la falta de permeabilidad física
y visual del fraccionamiento hacia el intersticio, por la presencia de pendientes
pronunciadas, muros y cercos, condiciona su uso y debilita las relaciones socioespaciales
en él, con afectaciones en la percepción de seguridad. El aporte de este trabajo consiste
en explicar el potencial de dichos espacios, a través de la adquisición de las cualidades
de espacio público. En este tenor, el uso con fines recreativos y deportivos, y el
valor natural, histórico y simbólico del cañón de Doña Petra hacen de este un lugar
de significados para los habitantes, quienes se apropian a través de las actividades
cotidianas desempeñadas.
Tal apropiación y agrado hacia el intersticio se manifiesta a pesar de las afectaciones
e inconformidades existentes, referentes a la descarga de aguas residuales del fraccionamiento
dirigidas al parque ecológico, las cuales producen niveles considerables de contaminación
y malos olores que incrementan a lo largo del día. En adición, se mostró una percepción
de seguridad con tendencia negativa hacia los espacios intersticiales. Con lo anterior
se reflexiona que el deseo por identificarse con el sitio por parte de los habitantes
tiene un mayor impacto en la evaluación del agrado, a pesar de las afectaciones suscitadas
en el mismo.
Con este panorama de afectaciones se considera importante plantear, a través de futuras
investigaciones, propuestas de intervención para el mejoramiento de las relaciones
socioespaciales en dichos espacios que creen nuevos horizontes, en los cuales se produzcan
permanencias duraderas, debido a que estos manifiestan un potencial variable (Troitskaya, 2020), y representan oportunidades ecológicas (Silva y Ma, 2021) y sociales (López-Pineiro, 2020).
De acuerdo con Checa y Nel·lo (2021), es fundamental constituir una estructura urbana en la cual se efectúen relaciones
sociales en los intersticios, que les permitan desempeñarse como puntos estratégicos
para fortalecer los niveles de habitabilidad urbana. En adición, para fungir como
elementos articuladores desde el espacio público, tomar relevancia y generar mejores
escenarios para el desarrollo de la ciudad (Gandy, 2016).
Por otro lado, se considera que las futuras propuestas de intervención deberían considerar
acciones participativas y colaborativas, desde una perspectiva multidisciplinaria,
para generar espacios más integradores. En cuanto a la aplicabilidad del estudio,
este brinda pautas que pueden ser de utilidad para otras investigaciones; respecto
de aquellos aspectos que fomentan la permanencia en los intersticios, puede ser un
instrumento de apoyo, una base teórica y metodológica para otros estudios similares
que abarquen el análisis de los espacios intersticiales y consideren su mejoramiento
socioespacial.
Finalmente, es oportuno señalar que los responsables de formular políticas, los planificadores
y constructores cobran una importancia fundamental para afrontar los problemas y los
retos urbanos contemporáneos, mediante la gestión del uso de suelo, de la construcción
y del mantenimiento de la infraestructura y del equipamiento urbano para una aproximación
a la habitabilidad urbana (Drobnik et al., 2020).